miércoles, 17 de febrero de 2010

gemido de noches inmensas,
pureza que labro en artificio y tu
dices en un trinar de fuego

hablo donde no hay asombro
y tus labios desbordan incendios,
hablo donde has dicho silencio
en toda su extensión y naufragio

encima de la boca
nace un relámpago,
encima el trigo oscuro
silba el principio del viento

si decir fuera encender las luces,
si fuera una gota a punto de caer,
un descenso sin caída al canto
que asombra el hogar

pero todo es un decir
de boca afuera,
un destierro del gemido
a la lengua
finjo alas para elevarme
en la llama de tu inocencia,
y aún así tu huella me pierde
en trampa cristalina,
en aspecto de tiniebla
para acostarme en tus labios.

solo tú puedes mostrarme
lo que sueñan las cenizas,
puedes abrirme si quieres
puerta de todos los fuegos,
pero callas los párpados
que separan el silencio
de lo terreno.

tramo canto para alcanzarte
mar adentro en tu secreto,
intercedo en tu noche abierta
busco nido en tu sombra,
y aún así caen ángeles
a la hoguera de mis designios,
caigo yo en ti una piedra
que tiembla lo innombrable.
con fervor de sombra
me escondo en tus pliegos

desciendo a tus manos
a tu ardor de ángel invadido

tu nombre es un rito
que no te acaba
que te prende
que te ahoga
que digo en el fuego
íntimo de mi voz

habito en tu imagen
me entrego intacto a tu sombra

con dolor de hombre
me incendio en tus labios

jueves, 4 de febrero de 2010

me hallo en tu presencia
aun llegando de más lejos

tu estar aquí de rompimientos
en tu ausencia, en lo que huyes

la noche indecible que te dice
te jadea te gime amor

te sueña madre tu palabra
en el asiento de lo oscuro

toda paciencia nuestra casa
espera desierta de vos

es tu pieza toda puesta
toda vacía de llanto

tu estar aquí de no has
llegado ha de venir

aun de mas lejos
de no decir
de no saber