jueves, 1 de octubre de 2009

II


Si tejieras puentes y torres y bóvedas

en el más allá de las postales,

retorno de la palabra perdida en el mundo,

y tejieras almendros páramos sin orillas...

Anduvieras corriendo deshojando

siglos en el aire,

recogiendo distancias

mares que esconden los caracoles:

Medida del escenario,

inicial, primario,

que escogiste.


Llevaras a enero

en tus manos herido

de calendarios,

para curarlo y devolverle al cielo.

Tejieras un tiempo sin números,

un puente sin metafísicas y almendros

en flor,

donde él supiera quererte

y vos,

palabra libre de mundo,

te dieras con ternura.

Pulsaras dulcemente el cuerpo

tenso de Antonio,

nombre sin puentes ni torres ni bóvedas,

hicieras vibrar la música

en el más allá de cada cosa.


Es como si llegaras de un lugar oscuro

y dijeras:

"no había claridad

y los almendros estaban en flor".

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